Dónde está el interés en los forks
Fork significa «horquilla» y en software se suele referir a un desarrollo alternativo al desarrollo oficial.
De esta manera, en Asterisk aparecieron varios forks del que el más conocido es el OpenBPX que pasó a llamarse Callweaver y apareció por un problema con las licencias y desacuerdos con la clausula referente al puesto de «dictador benevolente» que realiza Digium en Asterisk.
Como resultado, aparecen aplicaciones basadas en el mismo software y que, en un principio no tienen muchas diferencias, pero con el tiempo y bastante esfuerzo se empiezan a hacer un hueco interesante.
Cuando OpenSER pasó a llamarse Kamailio, se creó un fork de OpenSER llamado OpenSIPS, pero generalmente cuando ocurren estas cosas suelen haber motivos llamativos por el que hacer un fork de una aplicación (cambios de licencias, una orientación equivocada, o una mala gestión por parte de los desarrolladores actuales de la aplicación, entre otros…) pero de la misma manera que CallWeaver es un proyecto completamente parado por falta de apoyos, recursos y público, OpenSIPS no dice exáctamente el motivo por el que se separa (aunque lo suponemos por algunos comentarios) pero un fork de este tipo, sobre una aplicación libre, y con una comunidad activa como puede ser la comunidad de OpenSER (ahora Kamailio) es en mi opinión un movimiento erroneo, ya que, en lugar de apoyar un proyecto grande, para convertirlo en «aun más grande», pasan a separarse y reducir la velocidad de desarrollo.
Pese a todo, han lanzado la versión 1.4.0 de OpenSER OpenSIPS, pero con un gran número de desarrolladores apoyando la rama oficial: Kamailio.
¿A quien beneficia estos movimientos?
A la competencia. 🙁
Kamailio seguirá siendo la rama oficial de lo que un día se llamó OpenSER y veremos el camino que toma OpenSIPS, si es más humo que otra cosa, o bien toman fuerza y nos sorprende.