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Teletrabajo: Los sistemas de videoconferencia más interesantes

Con esto de la cuarentena/confinamiento/reclusión o como queráis llamar al hecho de quedarse en casa para evitar que el Coronavirus COVID-19 se propague demasiado rápido por toda la población, son muchas las personas que están ingeniándoselas para trabajar desde casa, evitar los espacios comunes y aprovechar el tiempo en casa para hacer cosas que normalmente no tenemos tiempo para hacer: aprender cosas nuevas, leer, pasar más tiempo con los niños o incluso hacer ejercicio.

En cuanto al teletrabajo, esta ha sido una oportunidad increíble para poner en práctica algo que llevamos defendiendo desde siempre: la posibilidad de teletrabajar como forma de aprovechar al 100% el tiempo que no es posible compartir en una oficina (bien porque estás enfermo pero puedes trabajar, porque tienes que quedarte al cuidado de una persona que te puede requerir en un momento dado pero que te puede dejar trabajar el 95% del tiempo, o simplemente porque estás convaleciente pero tienes la mente perfectamente para poder trabajar tranquilamente a distancia).

Hace unos años en una empresa que conozco bastante bien se implantó un programa piloto: ofrecer teletrabajo a cada uno de los trabajadores durante 15 días al año siempre que hubiera un motivo razonable y se tuvieran los medios necesarios. Como empresa dedicada a la VoIP, la mayoría de los medios necesarios estaban perfectamente cubiertos: teléfono VoIP, un sistema de VPN al que conectar el ordenador personal, y cambiar las herramientas «locales» a herramientas de trabajo vía web y todos los documentos mediante herramientas Cloud (nada de enviar archivos directamente al cliente de correo que podrían ser foco de virus/troyanos/etc.). Todos los documentos eran enlaces a un sistema remoto.

No obstante había que preparar algunas cosas como una VPN para conectarse a la red, acostumbrar a todos a utilizar un sistema de comunicación asíncrona como el chat en lugar de algo presencial, y por supuesto, minimizar el número de tareas que requerían hacerse de forma presencial y buscar la manera de poder hacerlas en remoto dentro de lo posible. Ese proyecto piloto, no sólo fue un auténtico éxito si no un autentico acierto y sentó el precedente de que, si uno es responsable en su día a día, puede trabajar perfectamente desde su casa si realmente lo necesita. Por supuesto, el que no es responsable, no lo va a ser ni aunque esté sentado en la oficina.

Preparar todo esto para empezar a teletrabajar fue un esfuerzo que llevó bastante tiempo, pero como digo, el resultado fue un auténtico éxito que consiguió que la productividad no bajara incluso en aquellos momentos en los que alguien se encontrase de viaje, en un hotel. En esta ocasión, por el coronavirus, todo este cambio se pretende implantar en apenas una semana, algo que efectivamente, no sólo no da el efecto deseado, si no que contraproducente ya que se da una imagen de teletrabajo en la que la gente no está preparada, las herramientas no son las adecuadas y la seguridad brilla por su ausencia.

Uno de los beneficiados con las medidas impuestas por el gobierno han sido los sistemas de comunicaciones empresariales: chats, mensajería instantánea, softphones, servidores VPN, servidores RDP (que ya hablaremos en otro artículo sobre las consecuencias de hacer las cosas rápidamente y mal), y sobre todo los sistemas de videoconferencia.

Sistemas de videoconferencia hay muchos y muy variados, muchos son publicitados en series y películas pero luego hay que valorar realmente las cosas por su peso y no por su gasto publicitario. Si bien el sistema «Telepresence» de Cisco es uno de los más famosos es poco práctico debido a su coste y su dificultad de implantación entre las personas con las que se va a realizar la videoconferencia. Otros sistemas como los de Polycom son ‘exclusivos’ de Polycom y, al igual que con el de Cisco, sólo se comunican con sistemas de la misma marca. ¿Qué podemos hacer cuando queremos hacer una videoconferencia con alguien y no queremos que haga un consumo excesivo en hardware y licencias? Optar por soluciones abiertas y libres.

Protocolos abiertos en sistemas críticos

No sólo hemos sido testigos del gran auge de los sistemas de videoconferencia, si no que se han convertido en una de las fotografías más representativas:

Foto: Reuters

Seguramente la foto superior les sonará: el presidente Pedro Sánchez haciendo una videoconferencia con algunos ministros. Pero a los que trabajamos en esto nos fijamos además en otras cosas:

Pulsa para ampliar

Para empezar (si hacéis click en la fotografía) podréis ver el sistema completo de videoconferencia de Grandstream formado por un GVC3202, un GAC2500 y el software IPVideoTalk de Grandstream.

Eso ya me llamó la atención, es un sistema comercial de videoconferencia pero basado en protocolos abiertos (SIP, XMPP, WebRTC, etc.).

Pero acto seguido seguimos viendo otros sistemas de videoconferencia de otros líderes políticos con un logotipo que nos llama la atención: Jitsi-Meet

Una de las ventajas de Jitsi es la posibilidad de instalarlo en nuestro propio servidor, pudiendo utilizarlo sin depender de terceros y personalizarlo a nuestro gusto e intereses. Esto ha hecho que sea uno de los sistemas más utilizados por colectivos que buscan ese extra de seguridad en sus comunicaciones diarias.

Jitsi-Meet cuenta con un servicio público Meet.jit.si que está siendo utilizado ampliamente por la gente como medio rápido y fácil de hacer una videoconferencia aprovechando este tiempo de confinamiento para ofrecer cursos (como éste de programación basado en TDD de nuestro amigo @J.J. Merelo)

Otros utilizan Jitsi-Meet para hacer videoconferencia entre compañeros de empresa, reuniones virtuales que no se han podido celebrar presencialmente o incluso simplemente como «sustituto a la oficina presencial«.

Jitsi-Meet es un software libre que ayuda a realizar videoconferencias a quién lo necesite y éste es un buen momento para ponerlo en práctica y demostrar tanto su calidad como su utilidad estos días.

La posibilidad de instalarlo con un simple apt-get install jitsi-meet hace que cualquiera que desee utilizarlo de forma independiente al servidor público que ofrecen, pueda hacerlo con total libertad.

Incluso Jitsi dispone de una aplicación móvil con la que poder hacer videoconferencia desde nuestro dispositivo móvil/tablet y que podremos conectar a nuestro servidor propio de Jitsi-Meet para poder utilizarlo internamente.

Hay muchos otros sistemas de videoconferencia basada en software libre, algunos más orientados a usuarios finales y otros más a desarrolladores, algunos más DoItYourself/BúscateLaVida, aunque la mayoría ofrecen servicios de ayuda/soporte si lo necesitas por un módico aporte económico. (siempre es mejor eso que estar pagando licencias periódicamente por cada usuario).

Decía hace poco en twitter que si con esto que está pasando, la empresa no aprovecha y empieza a meter el teletrabajo como parte de la cultura empresarial y organizativa de las nuevas empresas del siglo XXI, podemos concluir que nunca lo hará, porque no hay mejor ocasión, mejor excusa, ni cuenta con más apoyo que ahora para dar el paso y entender que el futuro del trabajo en las tecnologías de la información pasa por la deslocalización, y dejar el presencialismo o presentismo laboral como una característica propia de las empresas del siglo pasado.

No hay más que ver en Google Trends que el interés en el teletrabajo se ha disparado gracias a la necesidad (ni modas, ni oportunidades técnicas,… NECESIDAD) y es justamente ésta la razón por la que herramientas como la videoconferencia, la telefonía IP, y las centralitas en la nube están cumpliendo con lo que se prometió hace más de una década: mantener las comunicaciones allá donde estés sin importar cableado, infraestructuras, etc. y sin tener que hacer cambios, tan solo tener acceso a Internet.

Quizá por la dificultad de encontrar más talento «local» o dispuesto a desplazarse hasta donde se encuentra la empresa, lo que está claro es que cada vez son más las empresas que optan por herramientas sistemas de comunicación y una cultura empresarial que facilite el trabajo y la productividad entre personas que no se encuentran físicamente en la misma oficina, así que, al menos es interesante contar con esta posibilidad.

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