Ahora es todo «sube a la nube», «tu empresa en la nube», «las ventajas de subir a tu empresa a la nube», y una larga lista de lemas y frases ideadas por un experto en marketing que te informará de las ventajas y virtudes de portar todos tus servidores de la empresa a «la nube».
Curiosamente, uno de los lemas que más me gustó fue el que vi en la mesa de la Free Software Fundation y que podéis ver en esta pegatina:
Lo que viene siendo: «No hay una nube… es únicamente el ordenador de otra persona«.
Este artículo no es un alegato contra la nube, si no contra la idea de que la nube es como tu servidor pero con olor a flores frescas. Se han invertido verdaderos millones en hacer ver «la nube» como algo etéreo, seguro, que disfruta de infinito ancho de banda y nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo, tanto en mantenimiento, como en seguridad como en recursos locales.
No obstante, y llegados a este punto, me gustaría hacer una distinción entre varios tipos de nube:
- 1.- VPS (Virtual Private Server) que no deja de ser una máquina virtual alojada en una máquina física generalmente en un datacenter (con lo que seguramente esté redundada, en un datacenter protegido, con sistemas anti-incendios, cortafuegos, etc…)
- 2.- Hosting de tu propio servidor en un datacenter donde tú llevas el servidor (o lo pone la empresa) y tú instalas el sistema operativo, el antivirus, el servidor web, o lo que sea que necesites para trabajar… (es prácticamente lo mismo que el punto 1).
- 3.- Almacenamiento de datos y alojamiento de aplicaciones concretas en un raid ser procesadores distribuidos entre cientos de máquinas repartidas por el mundo.
De estas tres «nubes», solo la última es lo más cercado a la idea mental que las empresas tienen de lo que es la nube y la diferencia estriba en la posibilidad de ejecutar un proceso en varias máquinas de forma simultanea de forma que, si una de ellas cae físicamente, el proceso se puede regenerar en otras máquina incluso cuando estas están en otro continente.
Por supuesto, estas «nubes» solo están en manos de empresas que tienen esta capacidad de crecer sin dar explicaciones a nadie: Google, Amazon, Apple, Microsoft, Cisco, Adobe, y algunas más pequeñas (Akamai, Aliyun, etc.)
La nube está muy orientada al cálculo, procesamiento y almacenamiento más que en ejecutar aplicaciones sin más. De ahí que muchos de los usos que se le dan a sistemas en la nube sea para calculos matemáticos, estadísticos y almacenamiento de estos datos.
Si tu intención es montar un Asterisk (o similar) y un servidor web con una aplicación para la gestión de dicho sistema, entonces lo que buscas es un servidor virtual remoto.
Todos quieren tus datos
Estas «nubes» gozan de infraestructura de sobra para cualquier recurso que puedas necesitar (están pensadas al menos para dar esa sensación) y es por ello por lo que ofrecen espacio ilimitado para almacenar cualquier cosa que necesites (fotos, vídeos, archivos, etc…). «No utilices tu disco duro!, súbelo a la nube!» ahí te ofrecemos todo el espacio que puedas necesitar «de por vida» y «gratis»… y a partir de ahí todos empezamos a subir nuestras galerías de fotos, vídeos y películas a los servidores de esta mega-empresas.
La idea es, no únicamente hacerse con tus datos, si no hacerse con tu confianza, que confíes en ellos para muchos otros servicios que no son gratis y que son de lo que viven este tipo de empresas.
Fácil de subir, difícil de migrar
Si te fijas, una vez que has subido gigas y gitas de fotos, vídeos, documentos, etc… a un servicio gratuito en la nube, es muy difícil migrar todo eso a otro servicio diferente. Puedes descargarlo, pero no va a ser fácil. Vas a tener que descargar toda la información a tu sistema y volver a subirlo a tu nuevo servicio de almacenamiento.
Sin contar que cada nube tiene sus «particularidades» que lo hacen diferente y que si quieres aprovechar las ventajas que te ofrecen, estás limitando tu aplicación a su forma de trabajar lo que no es compatible con el resto de nubes que hay en la red salvo que hagas un gran esfuerzo de adaptación y aprendizaje para el nuevo sistema.
Por ejemplo, si utilizas Azureus de Microsoft para almacenar una aplicación programado en ASP con .NET y MSSQL (por poner un proyecto así… a lo loco) migrar de Azureus a Amazon (por cuestiones puramente económicas, por ejemplo) podría ser tan costoso como la propia aplicación utilizando PHP o Python y Apache2 con MySQL.
Un alquiler de por vida
Una aplicación costaba un dinero, y era tuya de por vida. Una vez aprendías a controlar esa aplicación, te quedabas clavado en esa versión y no querías actualizar salvo que las ventajas que ofrecieran merecieran la pena. Has comprado esa aplicación, pudo ser cara entonces, pero 20 años después sigue siendo tuya y puedes seguir utilizándola para hacer lo que querías hacer. Hoy día, las aplicaciones en la nube se han convertido en un alquiler de por vida. La única alternativa es pagar si quieres utilizarla y si no, dejas de pagar.
Desde el punto de vista de los desarrolladores de una aplicación, es una manera de que la gente siga pagándote por trabajar, ya que si todo el mundo utilizara la versión de hace 20 años y nadie actualizara, la empresa no tendría más remedio que cerrar el proyecto y buscar otras formas de mantener a la plantilla. Pero desde el punto de vista del usuario, te están obligando a pagar mensualmente por algo que puede que uses 1 ó 2 veces al mes.
Almacenamiento de fotos
Prácticamente cualquier usuario que haga fotos y quiera conservarlas, utilizará un servicio de almacenamiento en la nube. Lo curioso es que la mayoría son gratuitos: Google Photos, Flickr, Amazon, DropBox, y las limitaciones son tan altas que prácticamente se puede decir que son ilimitadas.
Si quieres descargar todas las fotos (piensa que son muchos, muchos gigas) si el sistema te deja y no tienes que ir uno por uno… te tienes que descargar varios archivos comprimidos con muchos, muchos gigas. ¿no es más fácil añadir la cuenta del nuevo servicio de almacenamiento y que se copien entre sí? Si… pero no les interesa que hagas eso. El objetivo es que sigas haciendo fotos, aumentando el tamaño de tus álbumes y así la migración sea difícil por no decir imposible. Con otros servicios no queda otra más que descargar foto a foto
Piensa que vas a seguir haciendo fotos y el tamaño que vas a necesitar cada vez será mayor, por lo que algún día necesitarás más espacio del que te ofrecen y ese día tocará empezar a pagar. Cuando veas otro almacenamiento más interesante, ya será tarde y te será difícil por no decir imposible, migrar tus miles de fotos al nuevo sistema.
Hay alternativa
Siempre hay alternativa, gracias a aplicaciones y recursos tanto propios como alquilados. Seguramente requieran de tiempo, esfuerzo y algo más de dedicación, pero existe alternativa y con el tiempo agradecerás no depender de nadie. Ni que decir tiene que lo primero que hay que hacer es ver qué recursos queremos migrar a la nube y por qué razón.
Luego, buscar es una empresa que pueda ofrecerte un servicio de alojamiento de calidad (redundante, con buena conexión y seguridad) algo que no suele ser barato, pero tampoco es tan caro como muchos creen. Hay muchas empresas con datacenters que ofrecen alojamiento y VPS redundantes. Está claro que si buscamos un datacenter en el centro neurálgico de datos de España, no va a ser barato, pero hay muchos otros datacenters redundantes repartidos por el país (incluso en otros países) que ofrecen buenas ofertas.
Luego podemos utilizar aplicaciones como OwnCloud para tener nuestro sistema de almacenamiento compartido en el servidor remoto. Existen aplicaciones de OwnCloud para el móvil que suben automáticamente las fotos y los vídeos al servidor en cuanto se conectan a una red Wifi.
También podemos utilizar sistemas como Docker, Kubernetes, Vagrant o similares para ejecutar aplicaciones en una, dos o incluso varias instancias de servidores, de forma que el proceso sea redundante por si cae una de las máquinas, hacer balanceo de carga, etc.
Puedes tener tu propia nube… aunque requiere inversión inicial
Existen motores comerciales y libres para disponer de tu propia nube, aunque la mayoría de estos sistemas requieren al menos de 3 a 7 sistemas físicos con plena potencia para empezar a funcionar. Eso si… una vez configurado los primeros sistemas, el resto son fáciles de añadir. Sistemas como OpenStack, HPE Helion Eucalyptus, OpenNebula, Apache CloudStack, etc… son algunos ejemplos de motores para hacer tu propia nube. Dista mucho del concepto de máquina virtual (VMWare, Proxmox y similares) y también difiere en recursos y conocimientos requeridos.
Como podéis ver si habéis llegado hasta aquí, este artículo no tiene como objeto criticar el concepto de nube, si no aclarar que, cuando se habla de nube, generalmente se refiere a un servidor remoto con todo lo que ello supone… ventajas e inconvenientes. Que la nube de Google, Amazon, Adobe, Microsoft, etc… tienen un objetivo estratégico: conseguir el mayor número de usuarios posibles para poder vender cifras y convencer a los verdaderos clientes, aquellos que van a hacer un uso que, aunque bastante ámplio, es también muy especializado: manejar datos, aprovechar cientos de procesadores para hacer cálculos y almacenar información…, información que NO está en un territorio nacional donde nos protegen las leyes locales, si no en países extranjeros con otra legislación desconocida y en ocasiones perjudiciales para nuestra propia empresa.