¿Sirve de algo un acceso a Internet si éste está limitado?

En democracia, se vota cada 4 años, pero en los mercados, se vota cada día. Cada vez que vas a comprar, seleccionas una tienda y no otra, estás votando cual es el tipo de «mercado» que te gusta, pones tu dinero y favoreces que perdure y siga haciéndolo así. De esta manera, cuando compramos en unos grandes almacenes en lugar de en una tienda de barrio, estás «votando» que prefieres que sólo hayan grandes almacenes y no tiendas de barrio. Por este motivo, la elección de un proveedor, empresa o comercio es tan importante… no sólo estás obteniendo lo que necesitas, si no también estás votando por el modelo de negocio que apoyas.

Cuando uno lee que hay empresas que tienen puestas las esperanzas en que España sea uno de los 10 países del mundo donde más va a crecer la VoIP debido al «descubrimiento» o proliferación de la fibra óptica hasta el hogar (FTTH) y la desaparición de ciertos límites y mitos como «la mala calidad de audio» debido a la falta de ancho de banda mientras estamos en conversación. Por lo tanto, deberíamos pensar de forma relajada y darnos cuenta que, efectivamente, tenemos una conexión de fibra óptica que en el peor de los casos es de 100Mb/sec (con 10Mb de subida) unas velocidades impensables hace unos años pero al contrario de lo que nos imaginábamos, cada vez el operador tiene «más poder» para filtrar, modificar prioridades y potenciar ciertos servicios y perjudicar a otros.

Por supuesto, los servicios más potenciados, son aquellos que motivan la contratación por parte del usuario: Youtube, Twitter, Facebook, Whatsapp, etc…, pero por contra, aquellos que le hacen la competencia directa a los servicios del operador pueden ser «perjudicados» saltándose las normas de Neutralidad de la Red y motivando sus servicios propios en lugar de los ajenos. Sistemas P2P y VoIP son los más castigados, pero a esto también hay que sumar, sistemas de IPTV, videoclub y películas a la carta y quién sabe qué más.

Por esta razón, es necesaria una ley internacional que obligue a los operadores a mantener la Neutralidad de la Red, ya no solo para no perjudicar a ciertos servicios, si no para evitar «favorecer» a otros y perjudicar la libre competencia.

Entiendo que uno puede pensar, si no te gusta el operador, puedes contratar otro… pero lo cierto es que, (y con las conexiones LTE se pone de manifiesto) que cuando un operador se hace grande, pone sus límites y dichos límites suelen perjudicar al usuario tanto en la cantidad de información transferida como en la calidad de esta.

Decía un compañero: -«¿Para qué queremos una conexión LTE ultra-rápida si no lo puedo usar para llamar por VoIP en calidad HD, hacer una videoconferencia, ver una película o escuchar una radio por internet?»  y tiene toda la razón.

Poner un límite de datos puede ser la única solución para evitar los abusos, pero de esta forma, tanto el LTE o cualquier otro tipo de conexión mejor no sirve de mucho. Si tengo que esperar a tener conexión vía Wifi para poder ver un capítulo de mi serie favorita, lo mismo me da tener LTE, que HDSPA, o que 3G.

Por esta misma razón, si el aumento de conexiones de banda ancha a Internet motivan que la VoIP sea «filtrada» para tener menos prioridad o peor aún… que lo prohíban por no tener una tarifa determinada, esa empresa entera debería quedarse sin clientes o perderlos hasta cambiar su política radicalmente.