No hace falta una Raspberry PI de última generación, tampoco hacen falta muchas nociones de electrónica, pero sí que es necesario (por limitaciones en el hardware de la Raspberry) una tarjeta de sonido y algo de maña.
No es el primero que utiliza una Raspberry para crear un teléfono IP, Saúl Ibarra junto con Tijmen ya crearon el Proyecto OP^2: Open Pi Phone y pusieron a disposición el software necesario para crearlo en GitHub.
Lo novedoso del proyecto de Harald Nesland es el hecho de utilizar un teléfono de pulsos, que hoy día sólo funcionaría en países como Francia o Bélgica para darle una segunda vida y poder utilizarlo en una red VoIP y para ello utiliza los puertos GPIO para detectar los pulsos y convertirlos a datos.