La cuestión es ¿por qué la gente no es consciente de la importancia de cada medio? Cada forma de comunicarse tiene su razón y su velocidad y por ese motivo deberíamos aprender a utilizarlo convenientemente si esperamos una respuesta rápida por un tema importante o en cambio, es por un tema que puede esperar o requiere de una cierta reflexión para ser contestado.
Primeramente vamos a hacer un análisis de los medios que disponemos y los vamos a ir ordenando en función de la prioridad, importancia y velocidad de comunicación:
El teléfono: únicamente para temas urgentes.
Vamos a distinguir dos tipos de teléfono: el de casa (el geográfico) y el móvil.
No obstante, si el medio es el teléfono de casa, aunque sea importante no es tan urgente, razón de más por el que te llama a casa (las probabilidad de que estés en una reunión importante son menores sin estás en casa).
El teléfono generalmente es un buen medio si crees que el mensaje puede conllevar una conversación, discusión o una explicación que puede llevar su tiempo.
Mensajería Instantánea: temas rápidos sin mucha urgencia.
Aquí vamos a distinguir entre dos tipos de mensajería:
Mensajería Push: Aplicaciones de tipo Whatsapp, iMessage, Telegram, SMS, etc… mensajes que tienen como condición fundamental ser cortos, ya que no es cómodo escribir literatura con el teclado del móvil y aunque sea un medio «instantáneo» la forma de notificar la entrada de un mensaje apenas es distinguible de un email o cualquier otro sistema mensajería.
Mensajería Instantanea: Jabber, GTalk, Skype, MSN, etc. mensajería que siempre se ha caracterizado por ser «instantánea» lo que implica que la persona con la que hablamos está delante, más o menos disponible para contestarnos y de esta disponibilidad dependerá su contestación. Si está disponible escribirá más, se explayará más y nos permitirá tener una conversación más o menos completa. Si está ocupado, posiblemente no lo sacaremos de un «si» o un «no». Este tipo de forma de comunicación es bastante flexible y por ende, una de mis preferidas.
Correo Electrónico: mensajes off-line y sin confirmación de llegada.
El email es la evolución del formato, el envío y recepción de mensajes se hace de forma electrónica lo que nos permite acelerar esos días a apenas unos segundos, pero el tiempo necesario para leer el mensaje, pensar una respuesta y responderlo debe seguir siendo el mismo.
Por esta razón, más de uno tiene ataques al corazón cuando la respuesta de un email tarda más de 30 minutos en llegar, se empieza a preguntar si se ha quedado sin Internet, si Google ha caído, o si Gmail lo ha baneado, cuando simplemente es el receptor que ha preferido esperar a tener una idea clara antes de contestar su mensaje o bien no ha encontrado que el teclado del móvil sea un medio conveniente para escribir una respuesta adecuada.
Todos los medios son importantes, pero algunos más que otros
Por esta razón, cada medio tiene su importancia, todos son vitales, pero tan importante es el mensaje como el medio que elegimos para entregarlo. Y si utilizamos el correo electrónico para que nos avise de las alertas de ataques, seguramente cuando lo leamos, el atacante ya esté en la cocina sirviéndose un café.
Volvemos a otro tema: los intereses… muchas empresas buscan el remedio final por el que conseguir que el email desaparezca, de la misma manera que muchos buscamos cómo hacer desaparecer el fax, pero mientras Whatsapp intenta dar servicio de VoIP para conseguir unificar la mensajería rápida y corta con la mensajería urgente, por otro lado Facebook abandona su servicio de email, otra de las principales formas de comunicación igual de importante.
No es cuestión de buscar la forma de eliminar el email, es cuestión de saber utilizarlo correctamente y si bien el Powerpoint no es la herramienta para especificar un proyecto, el email tampoco es la herramienta para una comunicación en tiempo real.