Esto es debido generalmente a dos motivos:
- Los usuarios que quieren VoIP, únicamente quieren lo mismo que ya tenían, pero mejor. (por lo tanto, la VoIP para ellos siempre cuenta con disponer de una línea analógica/digital con la que hacer llamadas).
- Muchos implementadores vienen en su mayoría de la telefonía tradicional (centralitas, mantenimientos, etc.) por lo que los conceptos sobre VoIP son más bien limitados y se sienten más seguros dentro del mundo de las telecomunicaciones, pero desconocen cómo funciona la VoIP por dentro, qué es el ‘media’ y lo limitan a Voz. Son esas personas que aseguran que «la VoIP todavía no da calidad suficiente fuera de la red» o que «no está indicada para empresas«.
En el extremo opuesto nos encontramos con una corriente muy rápida y que está entrando a toda velocidad en nuestras vidas, es aquella formada por nuevas formas de comunicarnos utilizando VoIP o medios menos conocidos. Nos estamos refiriendo a WebRTC, mensajería instantánea, videoconferencia, compartición de datos entre usuarios SIP (contactos, pantalla, pizarra, archivos, etc. ) las famosas «Comunicaciones Unificadas», herramientas que serían ideales en un entorno colaborativo, en el trabajo,… ¿acaso eso no es VoIP?
No obstante, ¿cuantas empresas conocéis que utilicen la videoconferencia internamente? ¿o la mensajería instantánea mediante SIP? ¿o la transferencia de archivos? (hay que recordar que los datos de un archivo también puede ser considerado ‘media’) y lo más duro ¿cuantas empresas utilizan estos servicios gracias a Google, Microsoft, Apple, … ?
La VoIP existente hoy día, puede ofrecer perfectamente estos servicios a sus usuarios sin necesidad de acceder a terceros, pero nos asalta una duda ¿qué aplicación cliente es compatible con estos servicios? Ese es el punto clave de toda la VoIP actual: el software cliente, el softphone, quizá la parte más importante de la VoIP y una de las que menos importancia se le suele dar.
Antiguamente, la «centralita» era la parte más importante de la red telefónica, era donde se hallaba la inteligencia de la red, la que permitía o no, llamar a un número, la que ofrecía servicios, etc.
Con la VoIP, la centralita pasa a ser un mero ‘soporte backup’ de los servicios que ya ofrecen los dispositivos clientes (teléfonos IP, softphones, adaptadores, etc.) de forma que si un teléfono IP no permite hacer transferencias o conferencia a tres, siempre podremos utilizar los servicios de la centralita, si un teléfono IP no trae soporte para ofrecer música en espera a los usuarios que ponemos onhold, la centralita pondrá esa música, pero el teléfono, el terminal, el softphone debe ser capaz de ofrecer estos servicios sin necesidad de una centralita, por eso los teléfonos IP son tan caros en comparación con un teléfono analógico.
Ambos mundos, el de las redes telefónicas y el de las nuevas formas de VoIP, no son excluyentes, aunque por desgracia esto hará que las redes telefónicas sigan siendo lo que los faxes en la actualidad, un mal necesario.