Este «truco» es ultra-conocido por cualquier administrador de sistemas, pero cuando llevo algún tiempo sin hacerlo, siempre se me olvida cómo era y me toca buscar de nuevo, así que escribiéndolo aquí, seguro que lo encuentro más fácilmente. 😉
La idea consiste en que el servidor obligue al cliente a enviar un paquete para mantener la conexión abierta (lo que se conoce normalmente como keep-alive -mantén-vivo-) y se configura en el servidor SSH al que nos conectemos modificando el archivo /etc/ssh/sshd_config y añadiéndole estas dos líneas a la configuración del demonio ssh:
KeepAlive yes
ClientAliveInterval 60
Con esto, tan solo nos queda reiniciar tranquilamente el demonio ssh y al conectar, ya podremos dejar la sessión abierta sin miedo a que nos desconecte.
Nada, un post rápido y sencillo, para mantener en la memoria más que otra cosa.