Prohibir el acceso a determinados puertos, bajar la velocidad de conexión a determinadas horas o limitar el ancho de banda si se hace uso de aplicaciones que utilicen la técnica P2P o VoIP son algunas de las acciones ilegales (ya que no suene venir declarado en el contrato de alta) que suelen llevar a cabo algunos proveedores de banda ancha.
«Si los proveedores de banda ancha no te van a decir exactamente lo que está pasando en sus redes, queremos darles a los consumidores el poder de descubrirlo por sí mismos«.